Por: Cindy Medel
Si el mundo fuera perfecto, no existiera la muerte por sobredosis y Prince aún viviera, hoy cumpliría 59 años. Tan joven para morir y tan viejo para vivir como rockstar, el genio de Minneapolis vivió una vida alocada, llena de excesos y de contradicciones; es por eso que aún (y por muchos años más) esta leyenda de la música provoca morbo y mucha atracción por los detalles de su enigmática vida.
Y para festejar a Prince como se merece, nos pusimos a investigar algunos de los escándalos que rodearon su vida y nos hicieron soñar con casas lujosas, excesos, lluvia púrpura y palomas que lloran.
1. El religioso Prince
Lo creas o no, después de muchos años de vivir en la vida loca, Prince se convirtió en testigo de Jehová. Se dice que tras tantos excesos, decidió que necesitaba hacer un alto en su vida y abrazó la religión como una forma de hacer orden y vivir con más rectitud. En 2001 hizo su conversión y comenzó su discurso antigay ya que estas conductas iban en contra de los preceptos religiosos. Okeeey.
2. No, no era gay
A pesar de que lo recordemos con trajes de lentejuela, brillos dorados al extremo, melena afro, arracadas gigantescas y escotes pronunciados, nunca se le conoció una pareja hombre. De hecho para ser un tipo con facha asexual, le gustaban bastante las mujeres pues estuvo casado dos veces: la primera con Mayte García, una puertorriqueña que primero fue su bailarina y después su esposa (ella tenía 16 y él 32); la segunda con Manuela Testolini, una canadiense con la que contrajo matrimonio cuando ella tenía 24 años y él 43. Además de “las formales”, Prince mantuvo relaciones con innumerables mujeres entre ellas Kim Basinger, Carmen Elektra, Maddonna, Sheena Easton… entre otras.
3. Y sí, era conocido por su aventurera vida sexual.
En alguna entrevista, Mayte García, declaró que haber estado casada con Prince le había arruinado la vida por completo y no, no era porque le hubiera roto el corazón, sino porque ninguno de los hombres que conoció después pudo superar o siquiera igualarlo en cuestiones del sexo. Tal era su fama que el grupo Bloodhound Gang le dedica unas líneas en su canción “The Bad Touch” donde dice: “…And you do the kind of stuff that only Prince would sing about…”
4. Pero también fue el gran rebelde con causa
Si hubo algo contra lo que luchó encarnizadamente, fue con la reproducción indebida y los derechos de autor. En la era del Internet una de sus grandes batallas fue con los buscadores y su pelea porque retiraran sus videos y canciones, pues consideraba que era inapropiado que usaran su imagen y su música sin permiso. Sí, antes de Taylor Swift, Prince ya había librado una encarnizada cruzada contra Google y YouTube evidentemente, sin buenos resultados.
5. Tenía una extraña rivalidad con Michael Jackson
Michael y Prince tenían varias cosas en común: la misma nacionalidad, color de piel, edad, ocupación… incluso cuando ambos estaban en las cúspides de sus carreras, se decía que Prince era una versión más salvaje y alocada de Jackson. Además se decía que el “Genio de Minneapolis” había llegado a una franja más amplia de seguidores por ser más libre y más abierto en cuanto al sexo, cosa que Michael no hizo.
Además siempre estaban pisándose los talones: mientras Prince ganaba su primer éxito con el disco 1999, apenas semanas después Jackson lo superaría (a él y a todo el mundo) con Thriller, pero después Prince arrasaría con Purple Rain, que por cierto, ganó el Oscar a la mejor banda sonora.
Curiosamente Michael nombró a todos sus hijos “Prince Michael“.
6. El Artista
Luego de la batalla con Warner Music, con quien tenía firmado un contrato que lo obligaba a hacer cierto número de discos, salía al escenario con la palabra slave pintada en la cara. Primero en 1993 usó el sobrenombre de TAFKAP, que significaba The Artist Formerly Known As Prince. También usó símbolos que no había forma de pronunciar y otros seudónimos como “The Symbol”, “The Kid”, “The Purple Purv” y cuando hizo su conversión de religión, a veces usaba el nombre de Prince Rogers.
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