Juré nunca hacerlo y heme aquí, leyendo una novelita desde mi Kindle

Sí, caí. Caí en lo que siempre juré que no haría. Pero no me arrepiento en lo más mínimo. Gracias a mi nueva adquisición entendí que el Kindle y los libros no están peleados y que, si haces un buen uso de ellos, se complementan.

Siempre he estado a favor de irnos actualizando con la tecnología, es la manera de seguirle el paso a las nuevas generaciones y de entender mejor al mundo. Creo que absolutamente TODOS debemos estar al día para ir evolucionando como sociedad (y sobretodo para no sentirnos inútiles frente a los demás).

Por lo mismo, a lo largo de los años he sido bastante coherente con mi forma de pensar. Me despedí de los CDs, mi colección de DVDs se estancó por ahí del 2010, mi cuenta bancaria la reviso en línea y bastantes de las cosas que necesito las compro en Internet (cada día más). Hasta los mandalas los pinto en el iPad, para que te hagas una idea. Del diskette, o floppy disk para los que son más pochos, ni siquiera voy a hablar… siempre fue obsoleto.

Y así podría seguir la lista de todos los cambios de conducta que he tenido, pero ese no es el punto. El punto es que quiero que sepan que no he sido una persona que se resiste al cambio, al contrario. Pero eso sí, siempre juré que nunca iba a usar un Kindle (y derivados) en mi vida. ¿Por qué? He aquí mi explicación.

Desde que tengo memoria soy amante de los libros. Todavía me acuerdo cuando mi mamá nos llevaba a la librería y yo quería comprar todos. Tan fan he sido que hasta los de la escuela me gustaban. Y es que creo, y seguramente muchos entenderán de lo que hablo, que no hay sensación más deliciosa que la de abrir un libro nuevo, pasar las hojas mientras se despegan y oler ese aroma que es indescriptible pues le pertenece solo a éstos. Además, pienso que no hay colección más hermosa en el mundo que la de libros. Las bibliotecas, tanto personales como públicas, son mi pasión.

Por otra parte, los libros hablan muchísimo de quiénes somos y hasta de la época por la que estamos pasando. Dame un libro tuyo y te podría decir como eres (o mínimo algunas cosas). Cada lector es único y por lo mismo sus libros sólo le pertencen a él. Por ejemplo, yo tiendo a hacer algunas notas, a doblar hojas donde aparece algo que me gusta y a subrayar frases. Suelo cargar con uno a todos lados, por lo mismo mis libros a veces se ven un poco viejos y no, no me avergüenzo de ello, más pena un libro sin abrir que uno desgastado.

En fin, así podría seguir todo el día. Me rehusaba a usar un aparatito, era como pintarle el cuerno a mis libros (no es broma). Además, el simple hecho de no poder ver (por medio de las hojas) cuanto había avanzado o cuanto me faltaba por acabar me ponía de los nervios (que estreeeés).

Seguí comprando libros físicos por muchos años más. De hecho, la mamá de una amiga me regaló un Kindle y el pobrecito se quedó en su caja hasta que mi cuñado me lo pidió (3 años después).

Muchísima gente me insistía en que comprara un Kindle pero yo me negaba, decía que eso era un falta de respeto a la literatura, que la gente que realmente ama la lectura no se presta a esas cosas… y ese tipo de sandeces.

Aquí es cuando todo cambió. Hace tres meses hice un viaje de tres semanas donde no podía llevar mucho equipaje ya que nos íbamos a estar moviendo constantemente. Una amiga me recomendó llevarme un Kindle porque ella ya había hecho ese mismo itinerario y los recorridos en tren eran muy largos. Obvio no le hice caso y me fui toda feliz con dos libros en mi maleta. Pequeña sorpresa la que me llevé el cuarto día del viaje cuando capté que estaba a punto de terminar el último libro.

Quería llorar, literalmente. Pensé que no iba a poder leer en todo el viaje. Me enojé conmigo por no haber llevado más libros, con mi mamá porque los que ella llevaba no me interesaban (pobre, ni culpa) y con el maldito Kindle por no haberlo comprado. Tuve suerte porque mi hermana llegaba dos días después así que, después de ver al ritmo que iba mi lectura, le encargué un Kindle.

Sí, caí. Caí en lo que siempre juré que no haría. Pero no me arrepiento en lo más mínimo. Gracias a mi nueva adquisición entendí que el Kindle y los libros no están peleados y que, si haces un buen uso de ellos, se complementan.

Después de dos meses de estar con mi Kindle (y seguramente serán muchos más) esto es lo que tengo que decir: ¡ESTOY ENCANTADA!

Me permite bajar libros en donde yo quiera y a la hora que quiera, encuentro algunos que he estado buscando años y no los había encontrado en librerías. Además, en la noche apago la luz y leo hasta que me quedo dormida, la batería le dura semanas y pesa casi lo mismo que un celular. Tengo acceso a más de 2 millones de títulos (120,000 en español) y la pantalla se parece bastante a papel impreso. También puedo subrayar fragmentos que me gustan y cambiar el tamaño y estilo de la letra (básico para la gente mayor). ¿La cereza del pastel? en caso de no saber el significado de una palabra puedes consultarlo ahí mismo seleccionándola (arriba la ley del mínimo esfuerzo, AMO). Les prometo que no me están pagando nada, es simplemente la crítica de una clienta contenta.

Otra cosa que me encanta es el paquete unlimited: por sólo $129 pesos al mes tienes acceso a más de 1 millón de libros GRATIS. Literalmente te impulsan a querer leer más.

No me siento menos lectora por leer un libro en un Kindle, al final lo importante no es cómo lo hacemos sino que lo hacemos. Y mientras se siga fomentando la lectura voy a estar a favor de cualquier nuevo aparatito o invento que sirva para leer.

No, no he dejado de comprar libros y nunca lo haré. Mi Kindle no sustituyó a mis libros, simplemente tienen otra función. Mi biblioteca personal continuará creciendo y siempre me voy a enojar cuando no me regresen un libro. No me siento menos lectora por leer un libro en un Kindle, al final lo importante no es cómo lo hacemos sino que lo hacemos. Y mientras se siga fomentando la lectura voy a estar a favor de cualquier nuevo aparatito o invento que sirva para leer.

Como dato extra: hay algunos libros que enchulan tu librero, otros no. Por ejemplo, ahorita estoy leyendo la biografía de Luis Miguel (ya sé, aquí también caí) y definitivamente lo estoy haciendo digitalmente. Para que nadie se entere, para que quede entre mi Kindle y yo jajaja. Otro punto a favor ;

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7 Comentarios
  1. Cuando seas mayor……..ya se ya se, falta mucho, te daras cuenta de ooootra ventaja del kindle. Puedes aumentar el tamaño de letra y el color de fondo! Yo que he leido mucho toda mi vida ya llegue a apreciar estos beneficios!

  2. Excelente artículo me identifico totalmente con el !
    Felicidades eres una gran escritora explicas y detallas perfecto lo que sientes ! Entendí capté porque es justamente lo que sentía yo ! Gracias por hacerme entender que también puedo tener mi kindle sin pintarle los cuernos a mis libros!!
    Brillante artículo!!!

  3. Muy buen artículo! Coincido contigo. Mi biblioteca personal es muy grande y seguirá creciendo también, pero leer en Kindle complementa nuestra forma de leer de una manera práctica y funcional. Hoy no podems viajar con tanto peso y se te quita el estrés de que te quedes sin lectura a medio viaje como a ti te pasó. Hay que saber evolucionar y actualizarse en las cosas que valen la pena y conservar lo que valoramos.

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