Hoy queremos celebrar a una bebida que se volvió icónica de la noche a la mañana, que tiene una historia digna de ser contada y que nos ha ayudado a presumir más de una vez en nuestras historias de Instagram.
Nos pusimos a platicar con Randú Ramírez, el creador de una barra móvil de gin que vas a necesitar tener en tu próximo evento. Randú es actor, gastrónomo, bartender y un experto de las ginebras que nos contó todo sobre la barra y un poquito sobre la historia del gin.
Su proyecto se llama Gato Gin y consiste en una barra de gin móvil que puedes llevar al evento de tu preferencia: bodas, cumpleaños, fiestas, quinceaños, cenas, ya sabes… Con un telefonazo tienes una barra de gin acomodada a tu medida para servirte cocteles que se adecuen al gusto de cada uno de los invitados. El Gato Gin también cuenta con catas de ginebra en la Ciudad de México en donde te enseñan a que desarrolles tu paladar para distinguir los diferentes sabores y la complejidad que tiene el trago. Además de que te vuelves un conocedor, Randú te enseña a elaborar cocteles con el destilado.
Todas las ginebras que tiene la barra son premium y de las marcas más reconocidas, cuentan con cristalería e ingredientes para prepararte los mejores cocteles ya sea en un evento enorme o incluso en la comodidad de tu casa.
Nos dio mucha curiosidad el nombre y para no quedarnos con la duda le preguntamos a Randú cómo había surgió la idea. Nos contó que la idea de la barra de gin móvil vino de los gin trucks en Europa. ¿Por qué no traer una idea similar a México? El nombre viene de la investigación sobre el destilado. Durante el siglo XVIII en Inglaterra se dio un fenómeno conocido como el “Gin Craze” o “gin panic” una epidemia de productores de ginebra que lanzaron por los cielos los niveles de alcoholismo y disminuyeron los consumos de whisky. El gin no tenía reglas, no había una norma social que dictara quién podía tomarlo y quién no (como la cerveza, que era mayormente dominada por los hombres). El gin era democrático; era bueno, bonito y barato. La bebida destinada para los que no podían pagar mucho y para los que sí. Era “the drink of choice”. Entonces comenzó una prohibición para disminuir los niveles de producción y de alcoholismo, y le subieron los impuestos. Fue así que se reguló la producción y la bebida que era de todos, se volvió inalcanzable. De todos modos uno siempre encuentra la manera de seguir tomando y ahí es cuando entra el personaje principal de nuestras historia, el gato del gin.
“The Puss and Mew Machine”, un local diminuto en un callejón cubierto con un gato tallado en madera. El consumidor de ginebra pide el trago, se mete las monedas en la boca del gato y por una de las patas sale el gin listo para tomarse. No se nota la transacción, no hay necesidad de licencias, el precio sigue siendo barato y el gin sigue saliendo. Estas “máquinas” en forma de gato son las que inspiran el nombre de la barra móvil y de cierta manera le agregan un poco más de interés a lo que estamos acostumbrados a tomar el día de hoy.
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Randú también nos platicó cómo la ginebra a partir de esta prohibición y regulación, llegó a tener la complejidad en la destilación como la que tiene hoy en día. Ginebras como Monkey 47 que cuenta con 47 botánicos dentro de su destilación son un ejemplo de la calidad que llega a tener el gin. Pasó de ser un bebida que cualquiera podía hacer hasta volverse en algo súper elaborado con muchísimos sabores y variedad de intensidad. Puede ser que no seas un fan del gin ( rarísimo, pero bueno) pero siempre puedes encontrar uno que esté más apegado a tus gustos de bebidas.
Si quieres tener una experiencia diferente dónde aprendas de ginebra y disfrutes de cocteles únicos y clásicos, el Gato Gin se tiene que volver tu primera opción. Aparte de ser un negocios 100% mexicano, es una experiencia personalizada para los drinks del viernes por la noche.
Si estás convencido que el Gato Gin tiene que estar en el bautizo de tu prima te dejamos todos sus contactos para que los tengas.
Teléfono: 5580101164
Instagram: El Gato Gin (@elgatogin)
Facebook: El Gato Gin
Posdata: Gracias Randú por platicar con nosotros, fue todo un placer.