Hay dos tipos de personas en este mundo y todos lo sabemos. Existen los que a las 10 am ya fueron a clase, hicieron ejercicio, desayunaron y prácticamente acabaron con los pendientes que tenían en el día. Y sí, tal vez sea cierto que al que madruga dios le ayuda PERO también está el tipo de persona que sabe que “no por mucho madrugar amanece más temprano”. Ellos empiezan a funcionar más tarde y puede que hasta ya entrada la noche. Unos prefieren el horario de verano y los otros prefieren el horario de invierno.
Sí, estamos a días del cambio de horario y como siempre las dudas comenzaron: ¿cómo? ¿nos vamos a despertar de día o de noche? ¿vamos a dormir más? ¿a qué hora se va a hacer de noche? Esas y mil más preguntas son las que llegan un día antes de que cambie el horario. Y es que no importa cuántas veces vivamos esto, SIEMPRE nos tienen que volver a explicar todo…otra vez.
Okey, ahí te va la clásica explicación: Lo que vamos a tener que hacer en la madrugada del domingo 28 de octubre es que a las 3 de la mañana se retrasará el reloj una hora por lo que serán las dos de la mañana. Los celulares se programarán automáticamente así que no vayas a hacerlo dos veces. Y es que el cambio de horario se hace en fin de semana para ajustarnos con más facilidad.
La transición del horario de verano al de invierno podría resultar más sencilla…
¿Por qué? La expresión dice que en el horario de verano “se duerme una hora menos” y en el horario de invierno “se duerme una hora más”. Esto no es literal pues el cuerpo se ajusta finalmente a un horario. Aún así, esa semana percibiremos que la cantidad y calidad del sueño es mejor, pues “sentiremos” que nos estamos despertando más tarde. En el horario de invierno habrá luz más temprano pero anochecerá igual, más temprano.
¿Quiénes son los más afectados?
El cambio de horario puede volver más irritables a los bebés. Por eso, hay algunas medidas que ayudan a minimizar los efectos del aumento de oscuridad en adultos, niños y bebés. Aquí lo que debes hacer:
- Debes acostar a los niños y bebés 15 minutos antes de lo que normalmente acostumbran.
- Adelanta rutinas diarias 10 minutos (cena, baño, hora del cuento etc.).
- Evita siestas largas.
- Realizar ejercicio para “adelantar el reloj interno” y así estar cansados a la hora de dormir.
La reducción de horas luz y el cambio al horario de invierno hará que estemos más ansiosos y menos atentos. Los primeros días van a ser difíciles pero finalmente si sigues estos consejos te adaptarás fácilmente. Eso sí, no lo voy a negar, para los que somos nocturnos y nos encanta dormir, va a ser una delicia “sentir” que estamos durmiendo más (al menos por unos días).