El Día de Muertos es de las tradiciones más bonitas que tiene México y con que hayas visto Coco no es suficiente. Aquí te dejamos las leyendas y curiosidades de esta celebración para que aprendas las razones por las que lo celebramos.
El pan de muerto viene de sacrificios y deidades
En el México prehispánico se acostumbraba a hacer sacrificios humanos y usar el corazón como ofrenda. Hay muchas versiones de dónde viene el pan de muerto y una de ellas es que en una ocasión se ofreció una princesa a los dioses y le sacaron el corazón que aún latía. Metiéndolo en una olla en amaranto, el sacerdote que hizo el sacrificio le daría una mordida al corazón en señal de agradecimiento a los dioses.
Otra interpretación es que cuando los españoles llegaron y se encontraron con los sacrificios los prohibieron de manera inmediata. Fue así que en lugar de un corazón humano, pintaban un pan en forma de corazón para simbolizar la sangre y lo espolvoreaban con azúcar para hacerlo más dulce.
La tercera también tiene que ver con la prohibición de los sacrificios. Entonces tomaban a deidades como Huitzilopochtli y los hacían en figuras poniendo un pan en el lugar del corazón. En algún punto del ritual el pan se sacaba y se repartía entre todos para comer un poco del poder divino.
El pan representa el cuerpo humano. La bolita del centro es el cráneo; las cuatro canillas los huesos que están dirigidos a los 4 puntos cardinales y las direcciones del universo. Aunque hoy ya hayan un millón de versiones del pan de muerto, el origen se remonta a esto. A honrar a los muertos y recordarlos a través de la comida.
Las mariposas son una parte importante del Día de Muertos
Probablemente una de las leyendas más hermosas del Día de Muertos venga de la etnia indígena de los mazahuas. Según ellos, las mariposas monarca son el medio por donde llegan los muertos a visitar a sus familiares. Viajan en las alas de las mariposas y los dejan en los altares. Es por eso que las mariposas monarca emigran en los primeros días de noviembre (coincidiendo con el Día de Muertos).
Las calaveritas de azúcar
Las calaveritas de azúcar también forman parte de un ritual prehispánico. Las culturas mesoamericanas veían la muerte como el cierre del ciclo de la vida que permitía que iniciara el de la vida que se extendía más allá de la vida terrenal. Por eso en ceremonias y sacrificios se mantenían los cráneos de los difuntos para que pudieran cerrar dicho ciclo y continuar al siguiente nivel de la vida. Pero como ya sabemos, los españoles no estaban de acuerdo con los rituales mesoaméricanos y los cráneos se convirtieron poco a poco en las calaveras de azúcar. Un elemento importantísimo en los altares para que nuestros difuntos puedan cerrar los ciclos y pasar al nivel que les corresponden. Igual porque están preciosas, son deliciosas y a todos nos encanta comérnoslas.
El 31 de octubre y el 2 de noviembre
Algunas culturas, como los mazahuas, dicen que hay que celebrar desde el 31 de octubre, ya que primero deben llegar los niños a pasearse por las ofrendas y los altares y visitar a sus seres queridos y se van el 1 a la misma hora para darle el paso a los adultos. Deja la ofrenda desde el 31 de octubre para que los niños pasen a comer y así le den el paso a los adultos para ellos descanse y se tomen su tiempo en el altar.
Las flores de Cempasúchil
Un elemento que también viene de las culturas indígenas. Cuenta la leyenda que habían dos jóvenes, Huitzilin y Xóchitl, que se conocían desde niños y mientras fueron creciendo el amor floreció entre ellos. Todos los días los jóvenes enamorados le llevaban flores a lo alto de la montaña al dios del sol Tonathiu, quien les sonreía al ver la muestra de su amor.
El tiempo fue inevitable y Huitzilin fue llamado a la guerra en donde fue herido de muerte. Xóchitl ahogada en el dolor corrió a la montaña a ofrecerle flores por última vez a Tonathiu y pedirle que la uniera para siempre con su amado. El dios del sol, conmovido por el amor de ambos, la convirtió en una flor de brillantes colores como los de él que brillaban con la misma intensidad. De repente un colibrí se postró sobre la flor y está se abrió en 20 petalos que brillaban tan fuerte como el dios. Era Huitzilin en forma de colibrí que venía a unirse con su amada. El cempasúchil simpre exisitirá brillando y con el mismo calor del sol cuando esté acompañada de los colibrís. Es por eso que se le conoce como las flores de los muertos, ya que fue hasta que Huitzilin murió que Xóchitl pudo estar con él hasta la eternidad.
Esta flor creada por la compasión del sol ayuda a que los muertos encuentren el camino a sus seres queridos en la obscuridad de la noche. Los colores brillantes guardan el calor del sol y les hace que tengan un sendero cálido y seguro para encontrarse con las personas que los siguen amando y esperando.
La leyenda del Día de Muertos
En muchos libros se cuenta la leyenda de hombres que se negaron a creer en el día de Todos los Santos o en el Día de los Muertos y que prefirieron seguir trabajando en lugar de darle una ofrenda cálida a sus familiares difuntos.
El mismo 2 de noviembre estos hombres vieron a los muertos regresando del festín con sus familiares pero sus difuntos estaban en alarido ya que una vela de chapopote les estaba quemando la espalda. Los hombres arrepentidos de no haber creído en la celebración y de haberles causado dolor a sus difuntos corrieron a su casa a preparar tamales y comida para que pudieran descansar y ahorrarles sufrimiento a sus familiares. Pero en el momento en el que cayeron dormidos por el cansancio de las preparaciones su esfuerzo fue demasiado tarde. Ninguno despertó ya que los muertos vinieron por ellos como ofrenda y es por eso que se le pide a todos hacer la ofrenda a los familiares que murieron, para que ellos encuentren paz y no vengan a reclamarla con la vida del que no quizo formar parte.
Estas son solo unas pocas de las curiosidades y leyendas del Día de muertos. Por si dudas de montar el altar, te recomendamos que lo vayas haciendo desde ahorita. Las tradiciones mexicanas son preciosas y qué mejor que una que no le tiene miedo a la muerte, sino que la celebra.
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Foto de portada Instagram @artelexia