La rutina puede ser nuestro peor enemigo. Vivimos estresados con las tensiones de nuestro trabajo, familia o relaciones. Estamos tan enfrascados en nuestro mundo que se nos olvida notar los pequeños detalles que pueden hacer de un día algo maravilloso. Para darle la vuelta a estos días color gris, la clave es tener presente que no somos los únicos y que la persona que está a lado de nosotros puede no estar pasando por el mejor de los momentos.
Hoy quisimos hacer una lista de cosas que podemos hacer para reconocer y apreciar a las personas que nos rodean. Recuerda que lo mejor que podemos hacer por otros son cosas tan simples que a menudo pasamos por alto. Actos de bondad que nos cuestan tan poco y que pueden significar el mundo entero para otro. Pero, sobre todo, actos que sirven para demostrarte lo que puedes lograr cuando ves más allá de ti y de tus propios deseos.
¿Debes hacerlo todos los días? No, el objetivo aquí no es ser perfecto, sino intentarlo. Habrá días en que seas más amable que otros. El truco es hacer actos de bondad tan seguido como puedas.
Actos de bondad que te costarán muy poco y significarán el mundo para el otro
Sé espontáneo
Envía un mensaje de texto positivo a cinco personas en este momento, dile a alguien que se le cayeron 20 pesos aunque no sea cierto y dáselos, saluda a la persona que está alado de ti en el elevador, deja que la persona detrás de ti en el super pague primero. ¿Alguien te atendió de forma amable? Tómate unos minutos extras para comentárselo al manager. Felicita a un papá o mamá por el buen comportamiento de su hijo. Son cosas tan pequeñas que alegrarán el día de una persona.
Ofrécete como babysitter del hijo de tu herman@ o amig@
Tienes todo tiempo del mundo y por eso, muchas veces se te olvida que los demás no lo tienen ni para ellos mismos. Lo mejor que le puedes regalar a una persona es tiempo para que se consienta. Este acto de bondad le dará la oportunidad al otro de acordarse por un rato que además de ser papá o mamá, es persona y tiene derecho a divertirse, salir de fiesta o disfrutar una cena romántica para reconectarse. Recuerda que tú lo puedes hacer la mayoría de los fines de semanas pero para otros ese pequeño momento de libertad vale oro. A ti no te costará casi nada.
Sorprende a tu compañero de alado
Si con frecuencia te quejas por haber pasado horas y horas sentado detrás de un escritorio, puede que tu compañero piense lo mismo que tú ¿o no? Haz algo para alegrarle su día: ya sea con un post-it, llevándole un café sorpresa, invitándole la comida, dándole un cumplido sobre su look, lo que sea. Al menos le sacarás una sonrisa y eso, créeme, te hará sentir muy bien.
¡Guarda tu celular!
Seguramente te ha pasado: estás con una persona hablando o no de cosas importantes mientras él o ella saca su celular y se pone a ver sus mensajes o (peor aún) sus redes sociales. La mayoría podemos estar de acuerdo que no hay peor sentimiento que cuando alguien no te esté prestando la atención que mereces. Puede que este acto de bondad no sea el más fácil, pero guardar tu celular y dedicarle un tiempo a tu amigo, compañero de trabajo o pareja puede cambiarle el día por completo. Él o ella se sentirá especial de que su conversación merece la atención y tú te sorprenderás de lo bien que se siente escuchar al otro.
Sé bueno contigo mismo
Cuando estás enojado, lo transmites. Si estás triste, lo das a notar. Lo mismo pasa cuando estás feliz y lo mejor que puedes hacer con este sentimiento es contagiarlo. Así que hazte un favor y sé amable contigo mismo. Haz cosas que te gusten, consiéntete, ve la serie que te recomendaron, empieza el libro que nunca tienes tiempo de leer, corre, baila. Que nunca se te olvide que trabajar en ti es la mejor inversión que podrás hacer, no sólo para ti sino para la sociedad. Una persona que es feliz, lo transmite y ese es el mejor regalo que le puedes dar a alguien más.