Una noche, mi esposo y yo decidimos irnos a vivir a la playa. ¿A dónde? No tenía idea, sólo sabía que la cuidad ya no era un lugar para mí.
Una noche, mi esposo y yo decidimos irnos a vivir a la playa. ¿A dónde? No tenía idea, sólo sabía que la cuidad ya no era un lugar para mí.