Lo lograste. Actualizaste tu currículum, fuiste a un par de entrevistas y lo hiciste excelente. Ahora tienes al menos una propuesta laboral (¡o tal vez más!) en la palma de tu mano. ¿Qué es lo que sigue? Antes de aceptar una oferta de trabajo, vale la pena considerar ciertos beneficios. Y es que además del sueldo, hay muchas cosas que deberíamos de poner sobre la mesa en una negociación que te ayudarán a mantener el equilibrio entre tu vida laboral y social.
Si en tu anterior trabajo tenías largas jornadas y te la vivías estresado a cambio de una compensación “deficiente” (por llamarla de alguna manera), ponte trucha. Puede que esta sea LA oportunidad para tomar el control de ciertos aspectos que de otra forma estarían fuera de tu alcance. Es hora de que obtengas algunos beneficios aparte del dinero en tu nueva chamba. ¿Como cuáles? Aquí te lo decimos:
Vacaciones extra
Tal vez la compañía sólo ofrece de 7 a 10 días de vacaciones pagadas cada año. Averigua qué ofrecen en términos de días de vacaciones y preguntarles si lo duplicarían. Conseguir algunos días de vacaciones extras podrían valer mucho más que un salario más alto. Ojo, asegúrate de que la consulta sea razonable, tampoco se vale pedir un mes extra. Se prudente, recuerda que este es el tipo de cosas que deberías buscar averiguar en este etapa. Por otro lado, si tenías un viaje planeado u otro compromiso en tu agenda que requiera tiempo libre, menciónalo. Es posible que debas tomar los días sin paga, aún así debes asegurarte de que está bien hacerlo y así evitar agarrar a tu jefe en curva más adelante.
Home office
Los beneficios de trabajar desde tu casa son miles: ahorrarás tiempo y dinero en el traslado hacia la oficina, serás más productivo, decidirás cuándo y cómo son tus breaks y así la lista podría seguir y seguir. No estamos diciendo que trabajes desde tu casa diario, lo que sí es un hecho es que unos pocos días a la semana o incluso uno solo, puede hacer maravillas en tu vida cotidiana. Pregunta a la hora de negociar si esto es posible, no pierdes nada al preguntar y puedes ganar mucho si la respuesta es afirmativa.
Transporte pagado
Puede que te hayan dado el “NO” cuando preguntaste por un sueldo más alto. Pero, ¿qué me dirías si te digo que puedes negociar tu transporte? Si vives en una ciudad con buen transporte público, es posible que puedas obtener un pase de metro o autobús subsidiado por tu empresa. Si eres de los que se mueven en coche podrías pedir que te paguen el estacionamiento, el reembolso de la gasolina o incluso los peajes que pagas para llegar al trabajo (en nuestro caso, el tag). Después de todo, transporte pagado por tu empresa se traduce en más dinero para tu bolsillo.
Horarios flexibles
Para pedir horarios flexibles tienes que comprometerte a realizar tu trabajo BIEN y A TIEMPO. Un horario flexible puede significar que entres y salgas de la oficina como te plazca (siempre cumpliendo con el número de horas de trabajo establecido). Esto te permitirá tener más control de tu trabajo y de tu vida personal. Atento, para pedir horarios flexibles tienes que saber a quién o a qué industria se lo estás pidiendo. Si tu empleador ha establecido horas de oficina y requiere tu presencia en momentos específicos, o si la industria en la que vas a trabajar no es conocida por su capacidad de adaptación, puede que un horario flexible no esté sobre la mesa.
Beneficios en salud o bienestar
Muchas empresas tienen convenios con gimnasios o lugares donde dan clases de yoga o taekwondo. Incluso hay algunas que promueven la participación de los empleados en carreras o torneos de fútbol o basketball. ¿La razón? Los efectos que la actividad física tiene en nuestro bienestar son altísimos. Por ejemplo, al hacer ejercicio tendrás menores riesgos de desarrollar depresión o ansiedad. Así que si eres de los que ahoga sus penas a la hora de hacer ejercicio no olvides preguntar si tu empresa ofrece algún tipo de beneficio, nos lo agradecerás y te ahorrarás un dinerito extra que de todos modos ibas a gastar.
Desarrollo profesional
Puede que tu sueldo no sea el mejor; sin embargo, el desarrollo profesional puede rendir grandes frutos más adelante. Hay algunas empresas que cubren el costo de clases educativas que puedes tomar en las noches o durante los fines de semana, claro, si esto te ayuda a desarrollarte profesionalmente y siempre y cuando sea dentro de la empresa. Estas oportunidades no saldrán de tu bolsillo y te prepararán para el futuro.
Hay muchas cosas que puedes discutir aparte del dinero. Independientemente de lo que negocies, asegúrate de hacer una cosa extremadamente importante antes de comenzar: piensa en lo que quieres y en lo que te gustaría tener para ser feliz en lo que haces. Pero sobretodo, no tengas miedo a pregunta. Más vale una pregunta tonta que un tonto que no pregunte.
Fuente: Bustle.