Qué tal si en lugar de que el mal humor de quienes te rodean te contagie, lo transformas en fuerza interior y decides ser un proveedor de balance.
Tu presencia tiene el poder de ayudar a los malhumorados y negativos a moverse hacia un estado mental más constructivo.
Aquí te dejamos cinco ejercicios para no engancharte con los buscapleitos y convidar armonía hacia los demás
- Tus respuestas son tuyas toma control de ellas. Respira profundo, guarda silencio, deja que las palabras y pensamientos negativos salgan de ti a través de tu exhalación, imagínalas saliendo de tu sistema como burbujas de oxígeno.
- Como dijo Einstein “en medio de la dificultad , está la oportunidad”. Ahí, en ese espacio, encontrarás una respuesta clara y adecuada.
- No responder es una respuesta. “Lo voy a pensar con calma”, “siento que hay mejores formas de resolverlo”.
- Si te equivocaste, admítelo, y pasa a lo que sigue. Verás cómo automáticamente se mueve toda la energía.
- Enfócate en lo positivo, tanto con tus acciones como con tus palabras. Afirma las verdades positivas que hay alrededor de la situación.
- Sonríe, ten un gesto de amabilidad.
Cambia tu dialogo interno y sé testigo de cómo cobras fuerza desde tu interior.