Fat talks, ¿cuál es la necesidad de que nuestras conversaciones siempre giren alrededor de nuestro cuerpo?

“Estoy gorda, me urge ponerme a dieta”, “No tiene las piernas flacas como para ponerse esos pantalones”, “¡Te ves impresionante! ¿Has enflacado?”. 

Las mujeres tenemos ganas de vernos bien y lucir bien, pero muchas veces nos exigimos de más y somos duras, tal vez demasiado, con tal de vernos “mejor”. Por eso cada vez es más común que las pláticas giren en torno al peso, complexión, dietas, nutriólogas, productos milagro, etcétera, etcétera, etcétera.

Cuando vas con tus amigas a comer o por un café, ¿cuánto tiempo le dedican a estas pláticas? Sin darnos cuenta podemos pasar horas criticando nuestro cuerpo y proponiéndonos empezar una nueva dieta. Cada vez es más frecuente y lo vemos como algo “normal”, pero no puede ser algo normal cuando todos los comentarios angustian y dejan una insatisfacción corporal, hasta para la gente que no está participando. Estas conversaciones están asociadas a cambios en nuestra forma de comer, preocupaciones por la comida, culpa y hasta inicios de trastornos de la conducta alimentaria. 

¿Cuál es el problema de las fat talks en las conversaciones?

Si alguien a nuestro alrededor está sufriendo de un trastorno de la conducta alimentaria, estamos contribuyendo a un ambiente en que la recuperación le resultará mucho más difícil. O bien, si alguien todavía no tiene un trastorno bien desarrollado, estamos reforzando actitudes que dañen al cuerpo hasta llevarlo a un trastorno.  

Un estudio que hizo Eric Strice para el Oregon Research Institute, demuestra que bastan  de 3 a 5 minutos de fat talk para que empecemos a sentirnos mal con nuestro cuerpo. 

Las fat talks giran alrededor de cuatro temas principales: el miedo a subir de peso o de volvernos gordas, intercambio de dietas o tips y rutinas de ejercicio, comparación de formas de comer y el análisis del cuerpo de alguien que no esté presente. 

El ideal de belleza actual son los cuerpos delgados, pero “fit”… estos cuerpos se han convertido en símbolos de cualidades como la autodisciplina, una vida sana, éxito en todas las áreas de tu vida, etcétera. Existe una falsa suposición de que el físico es la solución de los problemas, y que será más fácil ser feliz y exitosa si se tiene el cuerpo ideal.  

Muchas de nosotras seguimos a varias bloggers o influcencers que nos motivan a hacer cambios y estar en un mejor estado de salud, pero es importante identificar que la información que nos dan sea la correcta y tenga sustento científico. Debemos enfocarnos en seguir cuentas que no nos causen angustia, intranquilidad, insatisfacción corporal o tristeza. Mejor hay que seguir cuentas que nos motiven, pero principalmente que nos fomenten el amor propio para aceptarnos tal cual somos. Además de procurar que nuestras pláticas diarias no giren en torno al físico y lo material, evitar las fat talks para crear un entorno más sano.  

Siempre habrá algo que nos gustaría cambiar de nosotras, y está bien ponernos metas y querer bajar los kilos de más o ponernos más fit para las vacaciones, pero jamás despreciándonos ni comparándonos con la demás gente porque cada quien es diferente. Enfócate en ti, quiérete a ti y valórate a ti.  

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