Pimp my patrimonio cultural o las estatuillas de Asturias “restauradas”

Todos conocemos a las vecinas preocupadas por el estado de su comunidad o su conjunto de edificios. Las adorables señoras que se meten en todos los aspectos para asegurar el bienestar de estética de los lugares en donde viven. Y si son pintoras son las encargadas de hacer que el mueble donde guardan las cosas del jardín esté pintado con moños rosas sobre un color verde limón porque “le falta vida”.

Les agradecemos su entusiasmo pero hay un aspecto donde estas vecinas no se tienen que meter y es en la restauración del arte del siglo XV. POR FAVOR. Se estrenaron unas estatuillas del “siglo de las colonias” asturianas que están roqueando un nuevo look de pastorela del tianguis. Nos dio el trauma post traumático del famoso Ecce Homo. Aquí el desglose.

¿Quién es el Ecce Homo y por qué me debería de importar?

El Ecce Homo es una pintura en un mural del español Elías García Martínez pintada en 1930. No era de una complejidad artística de los maestros renacentistas pero sí con cierto valor histórico y se volvió un fenómeno cultural por la infame restauración de una vecina preocupada y aficionada a la pintura.

El antes

La BBC lo describió como el “esbozo de un mono muy peludo vestido con una túnica de una talla inadecuada”. Una joya que reviviría a Miguel Ángel y lo volvería a matar tanto de la risa como del dolor de la destrucción de una obra de arte.

Cecilia Giménez saltó a la fama como la peor restauradora de la historia, pero sus sucesoras le han seguido el paso.

El después
San Jorge de Estella recibe un makeover

Una maestra de manualidades le hizo un makeover a una escultura tallada de San Jorge de Estella del siglo XVI que estaba dentro de una parroquia en el pueblo con el mismo nombre. La maestra decidió que la restauración era más que necesaria y al gran guerrero montado en una caballo lo dejaron con traumas de guerra.

La escultura es patrimonio cultural europeo y con su restauración dejó al mundo impactado por la terrible capa de colores que se usaron para darle vida. La restauración se hizo sin autorización del ayuntamiento y de los profesionales. Por más que la maestra haya tenido muy buenas intenciones, con estas cosas no se juega.

De estatuillas de Asturias a nacimiento de mercado

Para nada le quitamos el mérito a los artistas que han hecho los nacimientos de nuestras casas, pero cuando se habla de estatuas de madera del siglo XV se le tiene que hablar a los profesionales.

Una vecina que no soportaba el estado de las piezas les dio un look un tanto anacrónico que no le funciona a nadie. Las tres estatuillas talladas de madera fueron “restauradas” bajo el visto bueno del párroco en manos de María Luisa Menéndez que escogió unos colores altamente chillantes en donde busco la aprobación de los vecinos y según ella todos contentos. Pero el problema está en que también son patrimonio cultural y cuando se usan pinturas no adecuadas, se terminan dañando más de lo que las ayudas. Que bueno que a los vecinos les gustó la restauración, que mal que la dejaron hacerlo. 

Las redes sociales atacan de nuevo

Ahora todos tienen una opinión gracias al internet y en muchos casos son cero bienvenidas pero en esta ocasión le vamos a tener que dar el punto a la gente del internet. Se ha causado tanta conmoción como carcajadas pero más que nada mucho mucho enojo por la destrucción de piezas de arte que deben de ser protegidas. Las estatuillas acompañadas de San Jorge de Estella y el Ecce Homo nos dejan mucho que desear.

 

 

Señoras, las queremos mucho, pero mejor pimpeen los murales de su condominio y no objetos del siglo XV y XVI que ya no tienen remedio. Eso déjenselos a los restauradores que tienen años de educación en el tema. Parte de que las “tallas no se vean horrorosas” es que alguien con experiencia lo haga. Se aprecia el esfuerzo, pero ya no lo hagan, por favor.

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