Ella es Lorenza y desde hace años se puede comunicar con los muertos

Por Lorenza Landeta

Yo era una persona “normal” si así lo quieren llamar, hasta el 2010. Vivía en Buenos Aires, estudiaba, trabajaba, tenía novio, mi vida era “normal”… hasta que un día empezaron a pasar cosas medio extrañas, la verdad no me acuerdo de mucho, creo que las bloquee yo sola porque me daba mucho miedo.

Tenía una relación sana, estable y linda con Andy mi ex novio y de un día a otro todo empezó a cambiar sin tener una razón lógica. Empezamos a tener pleitos fuertísimos, cosa que jamás había pasado, los dos somos muy tranquilos y tratábamos de arreglar nuestras diferencias como personas civilizadas pero por alguna razón desconocida para mí en ese entonces me volví súper agresiva, gritona… loca peligrosa.

“De un día a otro todo cambió. Me desmayaba en la calle, me daban muchísimos calambres, me caía.”

Como lo dije, de un día a otro todo cambió. Me desmayaba en la calle, me daban muchísimos calambres, me caía. Un día estaba cocinando y puse agua a hervir y sonó mi teléfono, fui a contestar y cuando regresé a la cocina el agua estaba hecha carbón… y así, cosas raras a las que no les encontraba sentido. Después de semanas de vivir así, un domingo en la noche me habló Andy y me dijo que necesitaba que fuera a su casa, mi primera reacción fue decirle, “¡Sácate! Es domingo, son las 10 de la noche y está lloviendo.” Insistió tanto que agarré mi bolsa y me fui a su casa. Cuando llegué estaba hablando por teléfono y me dijo “te hablan” agarre el teléfono y me dijeron: “Hola Lorenza, soy Mario. Yo era el mejor amigo de Warren, el papá de Andy.” Seguramente puse cara de “wtf” y seguí hablando con él. Me empezó a contar todo lo que me estaba pasando como si él estuviera conmigo en todo momento. Jamás le conté nada pero él lo sabía. Para no hacer el cuento largo, resulta que una ex novia de Andy me hizo un trabajo de brujería en Perú y no quería que yo estuviera con Andy, sabrá Dios por qué.

“En ese momento empecé a creerlo. Así como existe el bien, existe el mal y como hay gente buena y bien intencionada, también está la mala.”

Mario me dijo que él sabía de esas cosas y que si yo se lo permitía iba a “cortar el trabajo”. Nunca en mi vida había estado tan de cerca de esas cosas, es más, nunca creí en ellas. Pero en ese momento empecé a creerlo. Así como existe el bien, existe el mal y como hay gente buena y bien intencionada, también está la mala.

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Mario me dijo que como estaba cortando el trabajo, iba a venir la peor parte. Obviamente me apaniqué. No sabía qué esperar ni qué hacer…. Y sí, vino la peor parte. Una noche estaba en casa de Andy y de lo que me acuerdo es de estar dormida y después estar afuera de su casa, en pijama, empapada. No sé cuánto tiempo estuve afuera, cómo salí, qué hice… No sé nada. Claramente Andy estaba muerto de miedo. Él me cuenta que me despertaba en las noches y hablaba en un idioma “raro” que gritaba “déjame en paz” y cosas así que por suerte no recuerdo.

Un día me habló Mario y empezamos a platicar de cosas que no tenían nada que ver con este tema, al día siguiente me volvió a llamar y estuvimos en el teléfono cerca de 3 horas.

Unos días después Andy y yo cortamos (se me hacía raro que no me hubiera cortado antes. ¡Pobre hombre!). Al día siguiente de que cortamos estaba en casa de mi amiga Yamila y entré al cuarto a a hablarle a mi mamá por Nextel y no entraban las alertas. Sentí como alguien había entrado al cuarto y lo primero y único que pensé fue “es Yamila” pero no. No era Yamila. Era Warren, el papá de Andy que se había muerto muchos años antes.

No estoy segura si grité, llore o qué hice. El punto es que estuve hablando con él un rato. Al principio tuve mucho miedo y supongo que para calmarme, me puso la mano en la pierna y me dijo “No tengas miedo pingüina, yo te quiero mucho” (Andy me decía pingüina). Me dijo muchas cosas de Andy, de su mamá, de su familia que obviamente yo no tenía idea.

Salí del cuarto de Yamila y estaban mis amigos en la sala, no sé qué cara traía que Martín me dijo “¿Y vos? ¿Viste un muerto o por qué tienes esa cara?” Les conté lo que había pasado, tenían más miedo que yo. No dejaba de temblar, estaba súper pálida… no sabía si me lo había imaginado o había pasado. Mi mamá nunca me contestó el Nextel y me fui a mi casa. Lo primero que hice fue hablarle a Mario para contarle lo que había pasado, pero obviamente él ya sabía. Me dijo que las dos llamadas que habíamos tenido habían sido para “prepararme” o sea ¿CÓMO? ¿Se está preparado para ver a un muerto así, de sopetón? Yo creo que no.

Total, le escribí a Andy y le dije que le tenía que contar una cosa. Después de muchos mensajes accedió a que nos viéramos. Nos vimos al día siguiente en un café y cuando le empecé a platicar, su cara era de “vieja loca” pero cuando le dije lo que traía puesto su papá, cuántas medallas tenía (era Marine, Andy también) me creyó, porque yo nunca había visto una foto de Warren con uniforme y mucho menos sabía cuántas medallas tenía. Le dije todo lo que había hablado con su papá y estaba súper sacado de onda ¿Cómo no? En la noche me habló Jeannie, la mamá de Andy y me pidió que nos viéramos para que le contara. Lo volví a ver un par de veces y yo les decía todo lo que hablábamos.

En diciembre vine a México y tenía planeado regresar a Buenos Aires en marzo. En enero fui a París a visitar a una amiga y en menos de 2 horas me convenció de no regresar a Buenos Aires y que me quedara en París con ella. Le hablé a mi mama para decirle que me quería quedar y empezamos con todos los trámites de la visa. Pensé que no iba a ver a Warren nunca más, yo ya no iba a regresar ni a Buenos Aires ni con su hijo, pero no fue así. Un día me dijo que él iba a estar conmigo hasta que yo quisiera. La verdad me caía bien y me gustaba verlo entonces accedí  que estuviera conmigo. Me cuidaba muchísimo y siempre me pedía que le dijera cosas a Andy, mucho tiempo después creí innecesario seguir siendo el vínculo entre mi ex novio y su papá. El último día que lo vi, le dije que ya no me sentía cómoda con la situación y lo entendió. Nunca lo volví a ver pero lo sigo sintiendo.

“Sé que están muertos porque los veo como holograma. En París veía miles, en todos lados, a todas horas. Y si algún día no veía me sentía rara, no quería dejar de verlos.”

A raíz de eso empecé a ver muchos muertos, pero no me decían nada. Sé que están muertos porque los veo como holograma. En París veía miles, en todos lados, a todas horas. Y si algún día no veía me sentía rara, no quería dejar de verlos. Una vez cuando vivía en Cancún, vi a una niña súper linda y me acerqué a hablar con ella, le pregunté que si estaba sola y su respuesta fue “no, y tú tampoco” no le di mucha importancia. Cuando me paré y vi a las niñas de la tienda, tenían una cara de susto y me preguntaron que con quién hablaba, les dije que con una niña, pero no. ¡Estaba hablando sola! La niña estaba muerta. No sé si me ha pasado más veces o solo esa.

historia-día-de-muertosIr a funerales es una cosa súper fuerte para mí, la última vez que estuve en uno fue en enero, se murió la mejor amiga de mi mamá, era obvio que tenía que ir pero no la paso nada bien. Yo creo que ellos para estar aquí necesitan energía y la sacan de mí y de gente que puede verlos entonces me mareo muchísimo, se me baja la presión, esa vez me sentí tan mal que hasta vomité.

“Siempre he querido ver a mi abuela, pero no se deja. La siento y a veces hasta la escucho pero nunca he podido verla aunque ella sabe que me encantaría.”

He visto miles, en todos lados, en oficinas, en la calle, en el súper, en mi casa no. No tienen permiso de entrar. Pero solamente dos me han pedido que les diga cosas a gente: Warren y Pablo. Pablo vivía en casa de una amiga, su mamá es la dueña del departamento. Cuando lo vi, me pidió que le dijera a mi amiga que cuando se fuera de su casa (ya tenía planeado irse, no la corrió) dejara el círculo de atrás de la puerta, que tirara los zapatos, y me preguntó “¿por qué la silla tiene tres patas?” Y fue súper insistente diciéndome que la licuadora no tenía que estar cerca de mi amiga y que la tuviera desconectada siempre. También pidió que le dejara siempre un vaso con agua y que pusiera flores blancas.

Cuando ella supo todo lo que Pablo dijo, se sacó muchísimo de onda, tenía un círculo con un mantra atrás de la puerta, llevaba mucho tiempo pensando en tirar unos zapatos que le había regalado su ex novio, tenía una silla rota con tres patas y cuando ella llegó a vivir ahí lo único que había en la casa era una licuadora. También me pidió que le dijera cosas a otra amiga: que veía en ella tres líneas, que viera con Javier lo del 14, que por qué 4 si eran 5 y cosas sin sentido que después de algunos días lo tuvieron. La verdad no me acuerdo mucho, es súper cansado porque estás en dos dimensiones al mismo tiempo. Esto lo pienso yo, no he estudiado el tema ni mucho menos entonces igual y no es así, solo es lo que siento yo.

“Solamente he visto uno muy feo y la verdad sí me dio muchísimo miedo.”

Con Pablo sigo hablando pero no lo veo, me pregunta cosas y me dice otras muy raras que espero algún día tengan sentido. Solamente he visto uno muy feo y la verdad sí me dio muchísimo miedo. Estaba en casa de mi mamá y bajé por algo de cenar y en el sillón de la sala estaba sentado un señor horrible, tenía toda la cara llena de sangre y se le veían los dientes a través de la piel ¡Horrible! Pero no dijo nada, cuando le pregunté qué quería se fue… También en casa de mi mamá vi a mi bisabuela, no tenía idea de que era ella. Subí y le dije a mi mamá que la buscaba una señora, bajó y no había nadie. Me pregunto cómo era y cómo estaba vestida y me enseñó una foto y me dijo ¿era ella? Y sí, era ella. Mi bisabuela Dora. Tampoco supe qué quería o si necesitaba algo.

La verdad es que me encanta verlos, me gustaría poder hablar con más y saber qué necesitan o por qué siguen aquí. A veces creo que dejaron cosas pendientes y por eso siguen en este plano. Me gustaría poder ayudarlos a que se vayan y puedan descansar y también dar sus mensajes.

DESPUÉS DE ESTE RELATO, NOS QUEDAMOS CON MUCHAS DUDAS QUE LORENZA NOS RESPONDIÓ:
¿Crees que estas personas están en un “purgatorio?

Pues más bien creo que se quedaron como en el limbo. No están ni aquí, ni “allá”.

¿Consideras que ver muertos es una bendición o una maldición en tu vida?

Bendición 100 por ciento. O sea, a Andy le ayudaron muchísimas cosas que me dijo su papá.

¿Conoces a otras personas que tengan este poder?

Mi mamá empezó a ver también, y amigos de mi mamá.

¿Crees que todos podríamos verlos o no? ¿Naciste así o se lo atribuyes a la brujería que te hicieron?

Yo creo que sí. Mi mamá no veía nada y empezó a ir con gente que veía y de un día a otro vio. Creo que en mi caso sí fue por la brujería esa, porque nunca vi nada antes. Es más, decía que si veía un muerto me moría con él, jajaja.

¿Los has tratado de tocar?

No, sólo el papá de Andy me tocó la pierna y sí se sentía como alguien vivo.

¿Te da miedo morirte, o esto te comprobó que la vida no acaba?

No le tengo miedo a la muerte. Sé que hay algo más allá de ella, no sé qué sea, pero creo que vamos a evolucionar en otro tipo de energía. Me cuesta mucho trabajo creer en la reencarnación, pero al mismo tiempo hay una parte de mí que sí cree.

¿Por qué crees que es importante compartir tu historia?

Porque mucha gente les tiene miedo. O sea, ¿miedo a un muerto? No te puede hacer nada mas que sacarte un súper susto. Le tengo mucho más miedo a los vivos y muuuuuuucha gente que conozco me dice que qué pavor, que se mueren si ven uno (como yo antes), pero no hay que tenerles miedo. No son malos, ni como los pintan en las películas. Simplemente están buscando algún tipo de ayuda.

¿La gente te cree o te juzga?

Mucha gente cree que estoy loca, pero cuando las cosas comienzan a cobrar sentido, me creen.

¿Te gustaría dejar de verlos?

¡NO! Me encanta verlos, odiaría dejar de hacerlo.

¿Cuántos ves diario, son mexicanos?

Depende, en un día normal veo como cinco o seis. SI voy a un funeral o a un hospital veo MILES. Los que veo aquí, son de aquí, los que veía en París eran de allá, y así.

¿Por qué ves más en un hospital o en una funeraria?

Yo creo que en funerarias y hospitales hay más porque no se han dado cuenta de que se murieron o no lo quieren aceptar justo porque dejaron cosas pendientes.

¿Qué ropa traen?

Al papá de Andy lo vi siempre con su uniforme de marine. A mi bisabuela con un vestido blanco que dice mi mamá usaba mucho. La monja que a veces veía traía puesto el hábito.

¿Tú y tu mamá ven a la misma gente?

¡No! ¡Está rarísimo! Sí los sentimos, como a mi abuela. Sabemos que es ella por su olor.

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