Si todavía no estabas enterado, por las calles de París, entre dos edificios departamentales, se esconde una cancha de basketball de colores. Y si crees que el arte y el deporte no tienen absolutamente nada que ver, pues prepárate para que te digamos lo contrario.
La cancha nació como una iniciativa en conjunto entre las marcas de ropa Pigalle y Nike. El proyecto empezó en el 2014 cuando el diseñador (y basketbolista) de Pigalle, Stéphane Ashpoole, colaboró con Nike para hacer una colección específica para el basketball (fíjense que yo no soy fan de los deportes pero la ropa está increíble). Para darle un poco más de vida al lanzamiento, decidieron hacerle un makeover a la cancha que se encuentra justo en frente de la tienda Pigalle Basketball juntando el nombre de la calle (Rue Duperré) con el de la marca (Pigalle). Si sumamos 2+2, podemos entender que el nombre de la cancha es Pigalle Duperré, bravo. Con ayuda de Ill-Studio, una “plataforma de dirección de arte”, crearon un paisaje de figuras en concreto que sobresale de la ciudad.
En el 2014 impresionaron a todos con una mezcla de colores primarios y figuras geométricas en honor a la obra “Sportsmen” del artista ruso Kazimir Malevich. La cancha tenía paneles de colores blanco, rojo, azul, y amarillo con el logo de la marca (también creado por Ill-Studio) en el centro. Pero este 2017 regresan mucho más fuertes que nunca repintando la cancha de una gama y gradiente de colores azules, morados y rosas, tomando como inspiración de la nueva colección de Pigalle y Nike.
Esta vez quisieron captar el paso del tiempo y la mezcla entre el deporte, la sociedad y la cultura que se puede ver reflejado en el diseño y el arte. Generalmente siempre separamos las artes de los deportes pero no le ponemos la suficiente atención al hecho de que ambos van de la mano.
“Tanto la anatomía del cuerpo humano como su desempeño tienen una larga historia con el arte. Desde el legado de la antigua Roma y Grecia, el deporte era representado como la idea dominante de la belleza.” Ill-Studio y Pigalle.
Puede ser que no seas fan del deporte, pero tenemos que admitir que el trabajo que hicieron en la cancha de basket, que aparte está perfectamente condicionada para usarse, es una prueba de que estas dos disciplinas tan distintas pueden coexistir de una manera perfecta. A diferencia de la cancha del 2014 que tenía una reja blanca que prohibía ver el interior, este año la cambiaron por una pared baja con mesh de color azul que permite que todos puedan ver el diseño.
Ashpool utiliza la cancha para dar clases a niños desde hace siete años y no podemos esperar para presenciar una. Estamos muy felices de ver como la colaboración de Nike, Pigalle e Ill-Studio sigue más viva que nunca y queremos ver más de sus proyectos juntos.
¿Quién lo hubirea dicho? El arte y el deporte, sí tienen mucho que ver.
