¿Quieres una receta para conservarte sano y feliz? ¡Vacaciones!

¿Sabes vacacionar? ¿Eres capaz de dejar el exceso de equipaje? Recuerda que para estar de vacaciones hay que dejar de trabajar. Y si eres de los muchos para quienes el trabajo es una obsesión, un escudo, un impermeable, un tedio o una acción automática, el tiempo de vacaciones, con sus horas de ocio y ese ritmo diferente, puede resultar en que aparezcan sin saber porque, actitudes y enojos inesperados.

Pareciera que dejar el estrés, las angustias diarias y el hábito del trabajo, nos produjera temor. Casi casi, miedo. Parece que ese gran cambio y la posibilidad de quedarnos con nosotros mismos o nuestros seres queridos y disponibles para gozar se nos complica.

Sabrás que estás de vacaciones cuando:

* No tienes ningún deseo de cambiar tu lugar en la vida por el de nadie.

* Puedes pasar sobre los contratiempos sin detenerte o mirar hacia atrás.

* No comes en exceso ni estás a dieta.

* En realidad no esperas nada de nadie.

* Dejas de pensar acerca de cuánto dinero puedes o no tener.

* No tienes ningún interés en viejos resentimientos.

* Disfrutas de tus momentos de soledad.

* Dejas de soñar con la vacación perfecta.

* Pierdes interés en intentar ganar en argumentos mentales.

* No te estresas ni te angustias por las noticias.

* Dejas de hacer pactos secretos contigo mismo.

* Te vistes como quieres y no para obtener elogios.

* No culpas a nadie de cómo te sientes.

* Te olvidas de lo que no te gusta de los demás.

* Estás alerta y eres espontáneamente considerado con los demás.

* Aprecias la belleza de la vida en donde antes no la habías visto.

* Cada día se vuelve más simple.

* Te das cuenta cuando no tienes la razón, y dejas de defenderte.

* No tienes miedo de no tener nada que decir o hacer, si ese es el caso.

* Dejas de intentar que los otros vean la vida como TÚ.

* Disfrutas del sonido del silencio tanto o más que del de tu propia voz.

* Dices lo que quieres y no lo que piensas que otros quieren que digas.

* Disfrutas escuchando lo afortunadas que son otras personas.

* Tus cambios de humor son menos , más ligeros y pasan con mayor rapidez.

* Puedes escuchar los problemas ajenos, sin tener que indicarles quÉ hacer.

* Te das cuenta de que el mundo es como es, porque TÚ eres como eres.

El sitio es irrelevante, la vacación está en ti, disfruta de ella aún sin ir a ningún lado, como se disfruta de una buena conversación sin hablar.

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